Pretérito presente // 'Dicha' de Agustín González Goytía

A pesar de la distancia en el tiempo entre la inauguración de la muestra y esta reseña, valía la pena ser escrita por el valor estético de "Dicha", del artista Agustín González Goytía, que fue inaugurada en la Galería Rusia el pasado diciembre de 2013.

Fotos: Pablo Masino

Al entrar a la galería inmediatamente se percibe una sensación conocida, pareciera que se ingresa a un hogar de barrio sur, a una típica casa antigua, pues la luz de la lámpara de pie ubicada en una de las esquinas de la sala blanca, junto a otras lámparas, iluminan acogedoramente todo el espacio. En esta sala el artista presentó una instalación que consiste en varios dibujos -o pinturas, según distinto criterio- dispuestos directamente sobre la pared y dialogando con distintos objetos: una escalera de madera y un par de zapatos masculinos -muy elegantes- "subidos" a esta, un traje colgado en una percha, adornos de metal, utensilios y un escritorio también cubierto de dibujos; todos objetos que parecen haber sido recogidos del pasado, más que de la casa de la abuela, o materna, o de amigos. Pero sigue tratándose de un pasado familiar y cercano. En los dibujos se pueden ver recortes de lugares y objetos que tienen ese mismo aire a un tiempo pretérito.

El negro como valor tonal es otro elemento que atraviesa la muestra. Está presente en la tinta de los dibujos, en el pleno negro del fondo del bastidor, en los distintos objetos de la sala. O quizás sea más apropiado hablar de la monocromía, pues es notoria la ausencia de color en el conjunto, incluso todos los objetos fueron elegidos atendiendo a esto, por la neutralidad del metal o la madera. Con esta monocromía resulta, de alguna manera, despejar cualquier distracción que pudiera atravesarse entre la percepción de algo que va más allá de lo visual y el espectador que lo contempla, de algo que se activa en él al transitar ese espacio. Hay algo que sucede al vincular la iluminación con los lugares dibujados, con los adornos de otra moda, con una escalera usada: el espectador accede a una experiencia de otro tiempo-espacio caracterizado por la familiaridad presente en la instalación, que aunque sea la del artista, puede ser la de cualquier persona. Y por qué no hacer uso del nombre de la muestra y arriesgar que se trata de aquel tiempo-espacio dichoso.

En la sala negra de la galería, el negro tiene presencia absoluta. No hay nada para ver más que la oscuridad total, pero en la presencia de esa oscuridad aparece un sonido que se percibe cada vez más cercano. Es el paso agitado de un caballo que 'pasa cerca'; el sonido envuelve ese espacio negativo, y con toda efectividad el artista logra aquí una experiencia de 'recuerdo'. Parece entonces que se ingresa a la memoria y se hace presente el recuerdo del caballo que galopaba por la calle, porque lo único que hay es sonido, y la imagen -lo visual- aparece en la memoria, en la imaginación del espectador. Quizás de un caballo que vieron cuando eran niños o que vieron el día anterior, pero pareciera ser más el recuerdo de estar dentro de la casa propia y escuchar el caballo que pasaba por afuera. Entonces se trata de una experiencia del pasado que se hace presente en una instalación sonora que por sus efectos resulta concreta pero muy efectiva.

En general, la muestra está atravesada por esas constantes: el pasado, el recuerdo, la nostalgia de ese pasado, la negritud -como la menciona Alberto Passolini en el texto curatorial-, la monocromía; todas estas, presentes en ambas instalaciones cuidadosamente meditadas, logran generar en el espectador una experiencia estética de mucha efectividad y autenticidad.

'Fluir' // Paula Scarso

El miércoles 29 de enero "Espora" abrirá su ciclo de muestras para este año 2014 con "Fluir", de la artista Paula Scarso. El pasado año 2013, este "sitio específico de experimentación en arte contemporáneo" -como se autodefine la propuesta- tuvo un importante cantidad y calidad de muestras, y con estos, un alto tráfico de obras, artistas y espectadores.

Este año lo estrena Paula Scarso, y al respecto de su muestra dice:

"FLUIR, una inmersión sensorial en un espacio determinado que establece cierta relación con lo que allí se plantea y con las personas que lo transitan.
El agua como elemento esencial de los seres vivos. Tomo el concepto Wu wei (del Tao) asociado a menudo con el agua y su naturaleza pasiva. La práctica de su pensamiento es un modo de actuar armonioso, de vivir sin interrumpir, de fluir sin influir".

"Fluir" se inaugura a las 21 hs. en Espora, San Juan 1015, San Miguel de Tucumán, Argentina.

Menores / El Pasaje / Convocatoria

Convocatoria de "El Pasaje"

"Queremos armar una colección de esculturas de pequeño formato de artistas tucumanos o bien que residan en Tucumán, artistas emergentes/jóvenes que actualmente produzcan y tengan ganas de posicionarse en el circuito artístico de la mano de nuestro espacio.

Bautizaremos “Menores” a la colección y tendrá un carácter itinerante. La misma recorrerá distintos espacios de arte, galería, salas de exposición, tiendas, etc de nuestra provincia, del país y de todos aquellos espacios que quieran recibirla durante el 2014.

Necesitamos tres esculturas por artista, cualquier técnica/material, de pequeño formato, que serán concedidas mediante un acuerdo por parte del artista al espacio para que las mismas puedan ser comercializadas.

Vamos a inaugurar la colección en nuestro espacio con una linda muestra colectiva de todas las esculturas seleccionadas en el mes de Marzo.

¿Qué vamos a hacer con las esculturas?

Comercializarlas principalmente. Esta colección tiene como principal objetivo exhibir el trabajo de escultores locales y ubicarlas en el mercado. Utilizaremos todos los medios a nuestro alcance, contactos con otros espacios de artes independientes y estatales, vamos fotografiarlas y subirlas a nuestra web http://elpasajetucuman.com.ar para que el mundo pueda verlas y acceder a comprarlas.

“Menores” formará parte del proyecto “EXCHANGE”, un proyecto ideado para intercambiar artistas y obras de artistas con espacios emergentes de otras provincias, la idea es que estas esculturas viajen, representando nuestro espacio. A cambio recibiremos obras de artistas representados por las galerías con las que intercambiemos.

Nuestro objetivo con “Menores” y EXCHANGE” es apostar a la comercialización, visibilización y posicionamiento de la obra de artistas de la Región y especialmente tucumanos o que desarrollen sus actividades en Tucumán. Sabemos lo dificultoso que es vender en Tucumán, pero lo vamos a intentar de la mano de una acción de concientización. También lo vamos a intentar en otras provincias en otros espacios que tienen más experiencia en ventas y contactos con coleccionistas.

Somos un espacio que busca la inclusión de nuevos artistas al circuito del arte, a la escena artística local, nacional e internacional y esa es nuestra meta. Artistas que tengan una idea similar a la nuestra son los bienvenidos.

Mandanos un mail con fotos de las obras (no hace falta que sean las tres), reseña conceptual y ficha técnica y también un cv tuyo.

El encargado de la selección es Juan Grande, Director del espacio, Abogado y Gestor cultural independiente.

Besos y éxitos!"

La fecha de cierre de la convocatoria es el 15 de Febrero. Los interesados en participar deben enviar un mail a: elpasajecc@hotmail.com

'Dicha' // Agustín González Goytía

Dicha, inaugurada el pasado Diciembre de 2013, quedará una semana más en la galería. Agustín González Goytía, considerado uno de los artistas emergentes de Tucumán,  participó en múltiples muestras colectivas; destacan Territorios y Subjetividades, en el Consulado General de Argentina en Nueva York y Estrella del Norte (ni origen, ni verdad) en el Museo Prov. De Bellas Artes Timoteo Navarro de Tucumán, entre otras, como así también recibió numerosos premios, entre los cuales podemos mencionar el 1° Premio adquisición en el 3° Salón de Artes Visuales Plaza de Almas de Tucumán y la 2° Edición del Premio a las Artes Visuales Hotel Colonial de Salta. 

Lugar: Rusia Galería. Rondeau 297, San Miguel de Tucumán, Tucumán
Horario de atención: Miércoles a Sábado de 18 a 21 hs.

Texto curatorial por Alberto passolini

En su tratado de pintura, Leonardo Da vinci, luego de postular que la pintura es superior a la escultura porque esta última desgasta físicamente al autor y lo deja cubierto de una mugrosa nube de polvo de mármol, nos vende una imagen photoshopeada del pintor: “Bien vestido, cómodamente sentado frente a su obra, mueve sobre la tela su livianísimo pincel, embebido en finos colores. Sus ropas son elegantes y a su gusto. Su habitación es limpia y adornada con pinturas exquisitas. Se hace acompañar a veces de músicos y de lectores de bellas y variadas obras, las cuales lejos de todo ruido de martillo o cualquier otro bullicio, son escuchadas con deleite.”

Este pasaje me gusta por disparatado y porque nos hace pensar en la intimidad del taller.

Quien más, quien menos, los que nos hemos dedicado al arte, hemos pasado por esa etapa, la de construir un territorio íntimo propio.

No es una singularidad: nuestras habitaciones de adolescentes, nuestros primeros talleres, se fueron poblando de esas “pinturas exquisitas” arrancadas de enciclopedias y fascículos de historia del arte, acompañando a otras imágenes más nuevas en el tiempo, pero que ya estaban en las paredes antes de gustarnos las artes visuales: posters, afiches de grupos favoritos, y tapa de discos.

Si bien los cruces entre artes visuales y música desde el pop en adelante abundan en ejemplos (de hecho los primeros Beatles en morir, John Lennon y Stuart Sutcliffe, se conocieron en la escuela de arte), es poco difundido para el público masivo que algunos artistas consagrados han sido convocados para hacer el arte de tapa de algún disco famoso, y que otros encontraron en ese arte el soporte ideal donde expresarse.

Para estupor de Leonardo, se invirtieron los papeles: era la música misma, encarnada en vinilo, quien vestía ropa elegante. Hasta usaba ropa interior: el sobre interno (a mitad de camino entre el poster y la tapa de disco, era un sobre de papel más fino, con material gráfico, que protegía al disco de la rugosa superficie del cartón de la tapa)

Esta referencia no es menor al hablar de Agustín quien, como DJ comanda su proyecto “Todo Vinilo”, pasando música en fiestas sólo utilizando discos LP.

Al ver las figuras que aparecen en sus trabajos se puede establecer que están ubicadas de tal manera en el plano, que los espacios del papel sin intervenir, parecen estratégicamente planteados para recibir la tipografía con los datos técnicos de una grabación, o las letras de los temas de algún álbum

Escindir la obra de Agustín en dos instancias, la música y la pintura, se me hace arduo.

Esa ausencia de límites entre sus ocupaciones, ese espíritu de frontera de vaivén, impregna toda su producción y le otorga una carga que la vuelve incómoda para el viejo orden académico que cita en los objetos representados: ¿es pintura o dibujo?

Recuerdo la anécdota de un editor que se negaba a reproducir el Guernica en un libro de pintura moderna en los años ‘60, porque se había matado consiguiendo el dinero para financiar un libro a todo color, como para arruinarlo con una página en blanco y negro.

El arte contemporáneo nos dice que ya no existen esos compartimentos estancos. y pienso que las figuras de Agustín, menos deudoras de la negritud antiacadémica de Picasso que del funk más recalcitrante de George Clinton, ya no desvelarían a un editor.

Pero aún sabiendo el camino transitado por el arte hasta nuestros días, y que las polémicas del siglo XIX ya no nos atrapan, alguien con el simple gesto de utilizar una paleta casi monocroma o limitada, cargando materia con cada pincelada y dejando bastante del soporte a la vista, vuelve a encender esa vieja pregunta.

Y antes que ensayemos una respuesta, Agustín se las ingeniará para que nuestros pies hagan huella sobre música que ya hemos bailado.